Durante las vacaciones nadie parece acordarse de él pero la vuelta al colegio y a los amigos de siempre agravan los complejos. Las enfermedades de piel han de ser tratadas como cualquier problema médico por el especialista, en este caso el Dermatólogo.
El acné puede llegar a constituir un serio problema aunque en la mayoría de los casos se trata de afecciones leves, médicamente hablando, pero muy importantes para quien las padece, ya que las principales lesiones que causa el acné se producen en la cara y en menor medida en la espalda, hombros y pecho, acomplejando a quien lo padece y originando a veces graves problemas de autoestima.
Existen diferentes tipos de acné, todos ellos con características comunes pero que presentan aspectos diferenciadores:
El acné neonatal se da en el recién nacido y, generalmente, se resuelve espontáneamente o con tratamiento tópico.
La manipulación compulsiva de las lesiones del acné vulgar produce el acné excoriado. Más frecuente en las mujeres, se soluciona con un tratamiento convencional y un tratamiento psicoterápico.
Acné producido por el uso de determinados fármacos. Puede ser de distintos tipos dependiendo de los medicamentos que lo produzcan.
Se califican de: inflamatorias como la seborrea y comedones; inflamatorias superficiales como las pápulas y pústulas; inflamatorias profundas como los nódulos y quistes; y residuales como las máculas y cicatrices.
Para corregir el acné existen tratamientos que actúan sobre los factores etimológicos que lo causan. Igualmente, existen unos pequeños trucos o hábitos que ayudan a cuidar la piel acnéica. Y tratamientos cosméticos que eliminan las formas menos graves
