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Elimina el Estrés de Tu Rostro

martes, 4 de octubre de 2011

No puede más y necesita una inyección de energía para recuperar la luminosidad.

Con piel estresada nos referimos a una piel que está sensibilizada, fatigada y que no puede renovarse de forma óptima debido a la presión constante de agentes externos e internos.

El ciclo de renovación celular, según el que generamos células cutáneas nuevas mientras otras mueren, no se realiza óptimamente y los signos del envejecimiento aparecen de forma prematura.

Se trata de una piel seca, tirante, apagada y propensa a picores e irritaciones… Sus energías se agotan y no puede con todo.

El cansancio y las tensiones dañan la piel:

El fenómeno de la piel estresada toma su nombre de esa epidemia de nueva cuña que es el estrés, que no es el único factor que desequilibra la piel, pero sí uno de ellos.

La tensión emocional se manifiesta en nuestra piel de diversas formas y, en todos los casos, debilita sus defensas.

Experetos en dermatología , aseguran que el estrés puede actuar de dos maneras:

como factor agravante de los problemas dermatológicos que ya se sufren y como desencadenante de patologías que antes no existían, como acné, eczemas seborreicos o cuperosis.

Esto se debe a una implicación hormonal, que puede, por ejemplo, estimular las glándulas sebáceas y producir granos.

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